Por Astrid
Ortiz.
Está claro
que desde hace unos años hasta hoy, se sigue desatando una ola de polémicas que
comparten un tema en común: la salud mental; y este mes, hay más personas
involucradas en esta conversación que permite la reflexión de muchos acerca de
cuán importante es la estabilidad emocional y general, en donde estar bien no
significa ausencia de enfermedades, sino armonía entre mente, cuerpo, Espíritu
y sociedad. Gracias a esta meditación, cada vez tenemos menos tolerancia hacia
contenido satírico que involucre una tragedia o comunidad, mejor conocido como
“humor negro”.
En este
contexto, se hace presente una vez más la cultura de la cancelación, empezando
por dos chistes de Platanito (uno de ellos hecho en 2015 y revivido en la
actualidad acerca de los niños de la guardería ABC de Sonora, y el último en
noviembre del 2022 sobre Debanhi Escobar), siguiendo con Ricardo O’Farrill, Adrián
Marcelo quien se llevó entre los pies a Franco Escamilla, El ‘Cojo Feliz’ y el
Tío Rober, con chistes hablando de personas específicas, discapacidad,
violencia, racismo, machismo, sexismo, Body shaming, ETC….
Si bien hay
personas que comparten esta idea de detener los chistes crueles, otros también
acusan a la generación Z (líderes de las cancelaciones) de tener la piel muy
delgadita, llamándonos despectivamente: “generación de Cristal”, por sensibilizarnos
ante problemáticas sociales que anteriormente se consideraban como normales. En
los 80s y 90s, el maltrato físico y el humor negro eran parte de la
cotidianeidad de la gente; pero ahora, protestamos en contra de, y defendemos
lo que para nosotros es injusto.
Tengo qué
mencionar algo que sé que va a mover el avispero, pero que es muy importante y
de verdad lo siento mucho: a la hora de funar gente y comentarios, nos ha
caracterizado una doble moral que no podemos con ella. Me refiero a que se ha censurado
un montón de contenido televisivo y de redes por hablar de temas que hieren
susceptibilidades; pero si ese contenido sensible lo disfrazamos de
romanticismo, ¿entonces está bien?.
Sí, estoy
hablando de la película Titanic, porque James Cameron no tuvo intención de
contar la verdadera historia del transatlántico, sino que realmente tenía una
gran fascinación por los naufragios, y dicha tragedia del barco británico se le
hizo una muy buena narrativa. Ni si quiera hizo el film con la intención de
presentar una producción, sino por cumplir su capricho de haber estado en el
lugar de los hechos.
Yo no dudo
del talento de este cineasta, y jamás estoy diciendo que tengo algo en su
contra, pero ¿sí se dan cuenta de que le faltó empatía al decir que hizo el
largometraje por su atracción por los naufragios? ¿se dan cuenta que armó toda
una producción únicamente para cumplir un sueño sin pensar en lo que habían
sufrido quienes lo vivieron ni en las familias de las víctimas, por lo menos al
principio?.
Le faltó tanta seriedad, que no solamente hizo
el film, sino que además fue al lugar de los hechos veinte veces durante 2 años
para grabar las escenas lo más realistas posibles, exponiendo su vida y la de
todos los involucrados, todo esto inclusive antes de hacer el guion, con la
única intención de hacer una producción cinematográfica exitosa que ganaría millones
de dólares.
¿cuántas
personas crees que se necesitaron para hacer la película del Titanic,
incluyendo a todos los actores, los de utilería, camarógrafos y el resto de
departamentos?. Pues Cameron expuso a toda esa gente, insisto, durante 2 años, estuvieron
a 6 000 lb/pg² de presión del agua, fueron a ese lugar 20 veces, en cada
visita, estuvieron en promedio 15 horas bajo el agua y en algunas ocasiones más
tiempo.
La empatía
le llegó muy tarde, después de varias visitas, al momento de estar filmando,
porque se dio cuenta hasta ese momento a lo que verdaderamente se estaba
exponiendo junto con todo su equipo de trabajo, y es cuando por fin quiso hacer
las cosas bien. Un desperfecto en la estructura del barco, hubiese provocado la
muerte instantánea de todas las personas a bordo. Si esto hubiera pasado,
¿hubiera valido la pena todo por presentar un proyecto con el fin de entretener?.
Y vuelvo a
hacer hincapié en que no tengo nada en contra de James Cameron, pero les estoy
hablando de un contenido que tiene mucha tela para ser cancelable, y no veo que
estén hablando de él; “¡qué cosas ¿no?!”, además de que no es el único
contenido funable, yo solamente les di un ejemplo pero tú ponte a reflexionar
sobre el contenido que ves, y cuestiónate con la mayor objetividad posible si
realmente merece o no su eliminación, no te subas al tren del mame solo por
subirte.
Censuran programas
viejos que contienen homofobia, pero de verdad, dejen de pedir que ya no
aparezcan estos contenidos en la tele. Lo que vemos en la pantalla chica, la
pantalla grande, los teatros y shows de Stand Up comedy, no es más que el
reflejo de la sociedad en la que vivimos, y si no les gusta, los cambios se
hacen de adentro hacia afuera, no al revés. Dedíquense a su crecimiento
personal y espiritual para que ya no se identifiquen con esa comedia, en lugar
de estarse expresando sobre cuán mierda es el comediante por hacer un chiste.
Si le quieren expresar al comediante que su humor no da risa, exprésenlo con
silencio y si cometió un delito, yendo a las autoridades correspondientes, pero
no con ataques en redes sociales.
Con respecto
al humor negro, comediantes consagrados como Rafael Inclán, Iván Lamole e
inclusive los mismos Franco escamilla y Adrián Marcelo, sostienen que si a
ciertas personas no les gusta este tipo de comedia, simplemente no la sigan ni
vayan a sus shows, porque la gente que asiste, se ríe, y esos chistes son
aceptados por ellos, y les tengo que dar la razón porque jamás he entendido a
la gente que está pendiente de una persona a la que no es afín, excusándose con
el comentario estúpido de: “lo vi en contra de mi voluntad”, insisto, es un
comentario estúpido.
Las redes
sociales se manejan por algoritmos, ¡entiéndanlo por el amor a Cristo!, esto no
son medios de comunicación tradicionales, porque en la tele por ejemplo, verdaderamente
te tienes que chutar toda la programación a menos que cambies de canal o hagas
otra cosa. Si estás en Instagram o cualquier plataforma y no quieres ver un
contenido específico, nomás bríncatelo en lugar de quedarte viéndolo y
reaccionar para después comentarlo, porque de lo contrario, te va a seguir
apareciendo, lo que significa que si ves esos contenidos no es en contra de tu
voluntad.
Lamole
incluso afirma que México no estaba preparado para el humor negro de Adrián
Marcelo, que si les soy honesta, talvez conozco muy poco de Lamole, pero en
verdad siento que ese comentario… más que decirlo porque realmente lo piensa,
lo hizo por lealtad, por no evidenciar a su amigo ni decirle “estuviste muy mal
y no estabas preparado para televisión Nacional”, pero a puerta cerrada, seguro
le dijo las cosas como son, porque así es Lamole según sus personas más
cercanas, es un tipazo, aunque te equivoques jamás te va a exponer, y si te
quiere, va a estar contigo en las buenas, las malas y las peores.
Inclán retó
a los detractores de Platanito diciendo lo siguiente: "La comedia es cruel
en ciertos aspectos, es burla, sátira, mofa y depende del tono de cada quien.
Están satanizando a un payaso que se encarga de divertir a los adultos, ahora
resulta que los mexicanos no somos así, resulta que somos amorosos", y
desde mi punto de vista es verdad porque últimamente atacamos más al comediante
que al político que roba y al acecino que causa dolor a muchas familias. Tuvo
más votos La Casa de Los famosos que las elecciones presidenciales de México de
este año, ¿para ti qué significa eso?.
Por su
lado, la consagrada Carmen Salinas declaró en su momento: "No quisiera
estar en su lugar, porque su humor es demasiado negro, ahora sí se pasó, creo
que debe ofrecer una disculpa a los papacitos de estos niños y a la gente que
se molestó por esto", sugirió al pensar que no se puede jugar con el dolor
de unos padres, mientras que Germán Ortega, Jo Jo Jorge Falcón y Sergio Corona
se mantuvieron más neutrales al decir que el comentario fue desafortunado, pero
que su única intención fue hacer reír, y coincidieron también en que debió
disculparse.
Van a decir
que yo estoy de acuerdo en todo pero se los pongo de esta manera: para mí, la
comedia solamente es comedia si el protagonista del chiste se ríe. Si yo hago
un chiste de un tartamudo, el tartamudo se tiene que reír, si no, no es chiste.
Cómo me chocan y me re contra chocan las personas que se ofenden en nombre de
otros, de verdad, me ha pasado con amigos y familiares que de pronto me hacen
un chiste de ciegos, y alguien completamente ajeno a mí se ofende en mi nombre,
a pesar de ver que me estoy riendo. No hagan eso, se ven mal.
¿saben
cuándo la comedia deja de ser comedia? Cuando llevas tus chistes a la vida
real. Los que me conocen y los que han escuchado mi podcast, saben que en prepa
fui víctima de bullying, no por parte de mis compañeros, sino por parte de un
maestro, que me hacía sus clases demasiado visuales. Era clase de matemáticas
avanzadas, y él escribía los problemas en el pizarrón, pidiéndome que los
resolviera cuando sabe que yo no puedo ver el pizarrón.
Hubiese
sido un gran chiste y es más, hasta yo se lo hubiera celebrado si me hubiera
dicho: “no te creas, aquí están los problemas” y me los dictara, pero no, yo
estaba viviendo una situación de discriminación real, exclusión que fue
completamente a propósito, y que muy poca gente hizo algo por ayudarme, cuando
el maestro hasta golpes me dio. Aaaah pero si mis cercanos me hacen un chiste
de ciegos, les mientan la madre. Ahí está la doble moral de la que franco escamilla
habla.
franco en
uno de sus monólogos, también citó a Groucho Marx cuando dijo: “Tragedia más
tiempo igual a comedia”, porque lo que hoy te hace llorar, mañana te hace reír,
o yo te pregunto: actualmente de tu ex, ¿lloras o te ríes? Pero al principio
bien que le sufriste… y en su momento no te hubiera hecho gracia un chiste
sobre eso, jajajaja.
Al final
del día, el humor, sin importar su color, nos sirve como un espejo para
enfrentar nuestras realidades más incómodas. No todos los chistes serán para todos,
pero es en esa diversidad donde radica su poder. Reírnos de lo que duele es una
forma de tomar las riendas, de no dejar que las tragedias, pequeñas o grandes,
tengan la última palabra. Tal vez no siempre debamos reír, pero cuando lo
hacemos, recordemos que la risa, en el fondo, es un acto profundamente humano,
tan lleno de luz como de sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tu comentario