La Profepa advierte sobre penas de hasta nueve años de
prisión y multas por la captura y comercio ilegal de colibríes, una práctica
que pone en riesgo la biodiversidad del país.
Por Astrid Ortiz
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)
ha intensificado su campaña contra el tráfico ilegal de colibríes en México,
advirtiendo que quienes capturen, comercialicen o asesinen a estas aves se
enfrentan a sanciones de hasta nueve años de prisión y multas que pueden
alcanzar los tres mil días de salario. Estas medidas buscan frenar la
explotación de los colibríes, especialmente en rituales de “amarres de amor”,
una práctica que ha contribuido a la disminución de sus poblaciones.
Los colibríes están protegidos por la Norma Oficial Mexicana
NOM-059 y la Convención Internacional sobre el Tráfico de Especies Amenazadas
(CITES). La Profepa reiteró que su captura y comercialización constituyen
delitos ambientales graves que afectan el equilibrio ecológico.
Estas pequeñas aves nectarívoras tienen una esperanza de
vida de entre seis y doce años en libertad, y hasta 17 años en cautiverio.
Debido a su dependencia de ciertas plantas para alimentarse, cualquier
alteración de su hábitat pone en riesgo su supervivencia. La urbanización
descontrolada, el comercio ilícito y la deforestación han impactado
negativamente sus poblaciones en distintas regiones del país.
La Profepa recordó que cualquier actividad relacionada con
el tráfico, captura, transporte, posesión o acopio de colibríes será castigada
con penas de prisión y sanciones económicas. Además, hizo un llamado a la
ciudadanía para denunciar la venta ilegal de estas aves y contribuir a su
conservación.
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