Astrid Ortiz

Astrid Ortiz

4 abr 2025

Inundaciones históricas en Reynosa: Un desastre que moviliza a la comunidad entera

Las lluvias torrenciales causaron devastación, y a pesar de la respuesta lenta de las autoridades, la solidaridad de la comunidad, voluntarios y organizaciones no gubernamentales fue clave para la recuperación.

Por Astrid Ortiz.

Las lluvias intensas que cayeron el 26, 27, 28 y 29 de marzo, en la región fronteriza de México y Estados Unidos, trajeron consigo un desastre de proporciones históricas. Ciudades como Reynosa, Río Bravo y Matamoros, Tamaulipas, McAllen y Laredo, Texas, se vieron severamente afectadas por el desbordamiento de ríos y canales.

Este evento cataclísmico expuso las deficiencias en la infraestructura de la región y la falta de preparación por parte de las autoridades locales, mientras que las organizaciones de la sociedad civil, los voluntarios y figuras públicas se unieron para mitigar las consecuencias.

Las lluvias: el inicio de una tragedia.

El 26 de marzo, las lluvias comenzaron en la región noreste de México y el sur de Texas, pero lo que comenzó como una tormenta común, rápidamente se transformó en un fenómeno devastador. En pocas horas, el Río San Juan, el Río Bravo y otros cuerpos de agua de la región se desbordaron, inundando áreas que nunca antes habían sido afectadas.

Las lluvias continuaron durante varios días, y para el 31 de marzo, las aguas ya habían alcanzado niveles históricos, dejando a miles de familias atrapadas en sus hogares sin posibilidad de escape.

En Reynosa, Río Bravo y Matamoros, las áreas más vulnerables, situadas cerca de los ríos, fueron las más afectadas. Familias enteras se vieron desplazadas de sus hogares debido al ascenso rápido de las aguas. En McAllen y Laredo, el nivel de los ríos también aumentó peligrosamente, lo que provocó el colapso de puentes y caminos vitales que conectaban ambos países.

Las autoridades meteorológicas de ambos lados de la frontera emitieron alertas tempranas, pero la falta de un plan de evacuación eficaz en las zonas más críticas hizo que muchas personas no pudieran salir a tiempo. Las familias atrapadas en las viviendas inundadas no tenían más opción que esperar a que llegara ayuda.

La respuesta de las autoridades: críticas y falta de preparación.

La respuesta del gobierno mexicano y estadounidense fue ampliamente criticada por su lentitud y descoordinación.

En Reynosa, el alcalde Carlos Peña Ortiz fue uno de los primeros en recibir críticas, ya que no activó los protocolos de emergencia con suficiente antelación. Aunque las lluvias se habían pronosticado desde días antes, la falta de medidas preventivas y el escaso mantenimiento en los sistemas de drenaje en la ciudad contribuyeron a que las aguas se desbordaran rápidamente.

En Matamoros, la situación fue similar. El gobierno local tardó varias horas en coordinar esfuerzos de evacuación, lo que llevó a que muchas personas quedaran atrapadas en zonas inundadas.

Las críticas hacia el gobierno de Tamaulipas también fueron contundentes, ya que la respuesta inicial a la crisis fue insuficiente. Sin embargo, después de una serie de presiones y manifestaciones, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, comenzó a coordinar los esfuerzos de rescate y distribución de alimentos y medicamentos, aunque muchos ciudadanos seguían insatisfechos con la respuesta.

En Texas, las autoridades estatales y locales también enfrentaron dificultades. El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró el estado de emergencia para las áreas más afectadas, pero las críticas hacia su administración apuntaron a la falta de personal capacitado y la escasa preparación ante un evento de tal magnitud.

Mientras tanto, las autoridades de emergencia locales, como el departamento de bomberos de McAllen y Laredo, se vieron desbordados, ya que las inundaciones alcanzaron niveles récord que no habían sido previstos.

Pérdidas millonarias en el comercio de Reynosa.

A raíz de las intensas lluvias y tormentas registradas en Reynosa en días pasados, los establecimientos comerciales de la ciudad han sufrido pérdidas millonarias, según las afectaciones preliminares dadas a conocer por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-ServyTur). "Son más de 100 los negocios que registraron pérdida total de bienes e infraestructura, así como 120 tiendas más que se vieron inundadas, los cuales retomarán actividades una vez que los niveles de agua desciendan", señalaron Gildardo López Hinojosa y Ericka Banda, dirigentes de la Cámara de Comercio local.

A través de un boletín, también se informó a Octavio De la Torre Stefano, presidente nacional de Concanaco, y a Ninfa Cantú Deándar, secretaria de Economía de Tamaulipas, sobre las principales afectaciones preliminares y las preocupaciones relacionadas con la situación. Dentro de los daños causados al comercio formal, se incluyen plafones y techos afectados, lo que aumenta el riesgo para empleados y clientes. Además, el equipo eléctrico averiado ha afectado la operación de los negocios y servicios esenciales.

Los daños a la mercancía también representan pérdidas adicionales significativas para los negocios. Las fallas en los drenajes y la anegación de calles dificultaron el acceso a los comercios y la movilidad de clientes y proveedores. Los directivos del comercio establecido destacaron que tres comercios fueron saqueados en lo que se califica como un acto de rapiña. Las preocupaciones principales, según los hechos registrados, son la seguridad en los comercios por actos de vandalismo y rapiña, que continúan afectando la seguridad en los comercios, así como la recuperación económica y operativa, y las condiciones de movilidad y acceso.

La respuesta de la comunidad y las organizaciones no gubernamentales.

A pesar de la respuesta inicial de las autoridades, la comunidad fronteriza mostró una increíble solidaridad. Las redes sociales se convirtieron en un canal esencial para coordinar esfuerzos de rescate y distribución de ayuda. Voluntarios de Reynosa, Matamoros, McAllen y Laredo comenzaron a organizarse a través de plataformas en línea, estableciendo puntos de recolección de víveres y suministros médicos.

Uno de los primeros grupos en movilizarse fue Grupo Frontera, quienes a través de sus redes sociales hicieron un llamado a la solidaridad. Utilizaron su influencia para recaudar fondos y distribuir ropa, comida y productos de higiene entre los afectados.

Las Iglesias locales, tanto católicas como evangélicas, jugaron un papel fundamental durante los primeros días de la emergencia. Muchas de ellas abrieron sus puertas a los desplazados, brindando un refugio temporal, alimentos y ropa. La Iglesia Católica de Reynosa, por ejemplo, organizó una campaña masiva de donación de sangre, mientras que varias congregaciones evangélicas de McAllen organizaron brigadas médicas para atender a los afectados.

Voluntarios y acciones heroicas: historias de solidaridad.

La rapidez con la que la comunidad se organizó fue ejemplar. Sin la ayuda de los voluntarios, muchos de los esfuerzos de rescate habrían sido mucho más lentos.

Uno de los casos más conmovedores fue el rescate de una familia en Reynosa, donde los vecinos utilizaron botes improvisados para sacar a las personas atrapadas en sus casas. Este acto heroico fue grabado y compartido en redes sociales, lo que provocó una ola de apoyo para los rescatistas y llamó la atención de las autoridades locales.

En Matamoros, los voluntarios se organizaron para ofrecer comida caliente a los afectados, mientras que un grupo de médicos y enfermeras ofreció atención médica de emergencia en los refugios temporales. También se organizaron brigadas para reparar los daños a las viviendas de las personas más necesitadas, especialmente aquellas que perdieron casi todo en las inundaciones.

Las organizaciones Cruz Roja Mexicana y Ayuda a Migrantes Reynosa fueron fundamentales en la distribución de ayuda humanitaria. Durante los primeros días del desastre, los equipos de rescate y apoyo social de estas organizaciones trabajaron sin descanso para llevar alimentos, agua potable y suministros médicos a las zonas más afectadas.

Los casos virales y la cobertura mediática.

La situación en la frontera se volvió viral en las redes sociales, donde los usuarios compartían imágenes y videos de la devastación.

Uno de los casos más virales fue el rescate de una familia de cinco miembros que quedó atrapada en su hogar en Reynosa. La familia había quedado aislada por el agua y, a pesar de los esfuerzos para evacuar, no fue hasta que los voluntarios se adentraron en las zonas más peligrosas que se pudo realizar el rescate. El video de la operación fue compartido miles de veces en Facebook, Twitter e Instagram, y generó una respuesta de solidaridad masiva.

Los videos también mostraron el trabajo incansable de los rescatistas y los voluntarios, así como el sufrimiento de las personas atrapadas. A medida que la tragedia se difundía, más organizaciones comenzaron a intervenir.

Fundación Frontera Norte y otras ONG locales intensificaron sus esfuerzos para proporcionar refugio y alimentos, además de colaborar con la distribución de víveres y medicamentos.

Lecciones aprendidas y desafíos a largo plazo.

La tragedia de las lluvias de marzo de 2025 dejó muchas lecciones para las autoridades y para las comunidades de la región.

En primer lugar, quedó claro que la infraestructura de drenaje y la planificación urbana en ciudades como Reynosa y Matamoros deben ser mejoradas de manera urgente. La falta de drenaje adecuado y la urbanización descontrolada contribuyeron a la rapidez con la que las aguas inundaron las ciudades.

Las autoridades de ambos países, México y Estados Unidos, deberán revisar sus protocolos de respuesta a emergencias y fortalecer la colaboración binacional. Durante esta crisis, quedó en evidencia la importancia de tener planes de evacuación más efectivos y de asegurar que las comunidades más vulnerables reciban atención prioritaria.

Ganaderos de Reynosa: Esperanza tras la lluvia.

A pesar de la devastación, algunos sectores han visto un rayo de esperanza tras las lluvias. Los ganaderos de Reynosa, quienes durante meses habían sufrido a causa de la sequía, confían en que las recientes precipitaciones favorecerán la recuperación de los pastizales, que ya se encontraban muy secos.

José H. Cantú López, presidente de la Asociación Ganadera Local, comentó: "Nos reportaron caída de una pulgada de lluvia en algunos ranchos, pero en otros, aseguran, cayeron hasta cuatro y cinco, y todavía esperamos que nos siga lloviendo".

Cantú López destacó que la región había estado bajo una intensa sequía que parecía no tener fin, pero finalmente llegaron las ansiadas lluvias que beneficiarán tanto a los ganaderos como a los agricultores. "Seguramente, tanto agricultores y quienes nos dedicamos a la producción de carne nos veremos favorecidos por las lluvias, pues crecerá el monte, la nopalera y también pensamos renacerá de manera importante el zacatal, que es alimento natural para las reses".

A pesar de que las lluvias ya se han registrado, el dirigente pecuario expresó su esperanza de que continúen para garantizar un beneficio más prolongado para el hato ganadero de la región.

El pronóstico de las autoridades.

El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, al asegurar que el fenómeno meteorológico que inundó a Reynosa deja un precedente histórico debido a la acumulación de 14 pulgadas de lluvia en solo cuatro horas, anunció una visita casa por casa de personal de Bienestar Social federal y estatal para levantar un censo de las familias afectadas.

El mandatario tamaulipeco descartó que la crecida del río Bravo represente un riesgo para la población fronteriza, pues el mayor flujo ya pasó por Matamoros y ahora empieza el descenso del nivel. Asimismo, comentó que la lluvia caída el pasado jueves y viernes equivalió a 350 milímetros, aunque 10 de esos milímetros se registraron en solo cuatro horas.

"Esta cantidad de agua rebasa cualquier tipo de infraestructura y capacidad de evacuación de estos volúmenes por drenes y pluviales", explicó Villarreal Anaya, quien también lamentó el deceso de dos personas en esta frontera debido a inmersión tras las inundaciones.

El gobernador agregó que el Plan DN-III-3 fue activado para que con la ayuda de maquinaria y personal del Ejército Mexicano se puedan resarcir los daños y realizar labores de limpieza. Además, anunció que las secretarías de Bienestar federal y estatal comenzarán el censo de las familias afectadas, visitando casa por casa cada una de las colonias.

Villarreal Anaya solicitó a las autoridades de salud reforzar las campañas de vacunación en la zona, así como el escalamiento de letrinas en áreas donde existan, junto con una campaña intensiva de fumigación para prevenir el brote de dengue debido a los encharcamientos.

El mandatario también destacó que se mantiene la participación de 700 elementos de la Defensa Nacional apoyados con 70 vehículos en las labores de apoyo a la comunidad.

El mandatario tamaulipeco también reconoció la participación ciudadana en las labores de ayuda, agradeciendo el esfuerzo de diversas organizaciones civiles, instituciones educativas y grupos altruistas que llevaron alimentos y todo tipo de ayuda a los afectados. "Con su participación se vio ese espíritu y desempeño por salir adelante rápidamente de esta contingencia", aseguró.

La crisis causada por las lluvias, quedará grabada en la memoria colectiva de la región fronteriza. Sin embargo, la respuesta solidaria de la comunidad, las organizaciones y las figuras públicas demuestra el poder de la cooperación en tiempos de desastre.

Mientras las autoridades locales y estatales continúan con los esfuerzos de recuperación, los habitantes de Reynosa, Río Bravo, Matamoros, McAllen y Laredo han demostrado que, incluso ante la tragedia, el espíritu de unidad puede prevalecer.



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