Donald Trump reafirma su postura sobre la pena de muerte
para traficantes de drogas.
Por Astrid Ortiz.
El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha
renovado su propuesta de imponer la pena de muerte a los traficantes de drogas
ilegales, una idea que ha mantenido desde su primera campaña presidencial y que
continúa defendiendo.
Este viernes, durante una sesión de preguntas y respuestas,
Trump reiteró su postura de que los traficantes de drogas deben enfrentar la
pena capital, y aprovechó la ocasión para hacer un llamado a los Gobernadores
de los 50 estados del país a considerar la aplicación de esta sentencia en sus
respectivas jurisdicciones.
Donald, quien ya ocupa la presidencia por segunda vez, desde
que lanzó su candidatura en 2018, ha expresado admiración por el gobierno de
China, destacando que dicho país tiene en su legislación la pena de muerte para
aquellos que trafican con drogas. Según el mandatario, esta medida es esencial
para enfrentar la crisis de fentanilo en los Estados Unidos, un problema que declara
está relacionado principalmente con los cárteles mexicanos.
"Yo no sé si nuestro país está preparado para ello. Yo
sí: pena de muerte para quienes trafican con drogas", comentó el
mandatario durante la sesión. La declaración se produjo en el contexto de un
debate sobre cómo enfrentar la creciente crisis del fentanilo ilegal, un
opioide sintético que ha provocado un aumento de muertes por sobredosis en todo
el país.
El presidente también comentó sobre cómo su propuesta podría
aplicarse a nivel estatal, sugiriendo que los Gobernadores tienen la capacidad
de implementar la pena de muerte en sus respectivos estados como una solución a
la problemática del narcotráfico.
"Algún día alguien se cansará de ello y lo hará. No
habrá ningún problema de drogas en este país (con la pena de muerte). Y se
puede hacer a nivel de estado individual por los Gobernadores. No habrá ningún
problema de drogas en sus Estados si lo hicieran", añadió Trump,
destacando que esta acción ayudaría a reducir las muertes relacionadas con las
drogas.
Desde hace varios años, el tema de la pena de muerte para
traficantes de drogas ha sido una constante en las propuestas de Donald.
Durante su campaña de 2018, el entonces candidato presidencial manifestó que la
medida era necesaria para combatir la crisis de opioides en Estados Unidos, una
epidemia que ha cobrado miles de vidas.
En 2024, según cifras oficiales, más de 74 mil personas
murieron en el país a causa de sobredosis por consumo de fentanilo, un
incremento significativo en comparación con años anteriores.
El fentanilo, un opioide sintético que es muchas veces más
potente que la heroína, ha sido identificado como uno de los principales
responsables de esta crisis. Según la Administración para el Control de Drogas
(DEA, por sus siglas en inglés), el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva
Generación (CJNG) son los principales grupos responsables de la producción y
distribución de fentanilo en los Estados Unidos. Ambas organizaciones fueron
recientemente catalogadas como Organizaciones Terroristas Extranjeras por parte
del gobierno estadounidense, lo que refleja la gravedad de la situación y el vínculo
estrecho entre el narcotráfico y la violencia.
La propuesta del mandatario se enmarca en un contexto de
creciente preocupación por la influencia de los cárteles mexicanos en el
narcotráfico y el comercio de drogas ilegales en EE. UU. Las autoridades federales
han señalado que estos grupos no solo se encargan de la producción de
fentanilo, sino que también operan una red de distribución en todo el país,
contribuyendo de manera significativa a la crisis de sobredosis.
A pesar de que la propuesta del presidente sobre la pena de
muerte ha generado controversia, no es la primera vez que se menciona en la
arena política estadounidense.
El tema de la pena capital sigue siendo un asunto divisivo,
con defensores que argumentan que es una medida necesaria para frenar el
tráfico de drogas y los crímenes relacionados, mientras que los opositores
señalan que la pena de muerte no ha demostrado ser efectiva en la lucha contra
el narcotráfico y puede dar lugar a injusticias, especialmente si se toma en
cuenta el historial de errores judiciales.
El llamado de Trump a los Gobernadores de los estados para
que adopten esta postura a nivel local refleja su tendencia a buscar soluciones
más drásticas para problemas complejos. A nivel federal, la pena de muerte
sigue siendo un tema debatido, con un número creciente de estados que han
abolido la pena capital en los últimos años.
Sin embargo, el presidente ha mantenido su postura firme,
asegurando que esta es la medida necesaria para erradicar el tráfico de drogas
y las muertes relacionadas con sustancias ilícitas.
En resumen, la declaración de Donald Trump sobre la pena de
muerte para los traficantes de drogas, subraya su enfoque continuista en la
lucha contra el narcotráfico y la crisis de fentanilo en Estados Unidos.
Mientras que algunos ven su propuesta como una solución contundente ante un
problema grave, otros consideran que se trata de una medida radical que no
resolverá los problemas estructurales del narcotráfico en el país.
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