El post del día de hoy, trata un tema que va muy bien en esta
temporada en donde ya queremos quitarnos todo el estrés, pero resulta que vienen
las cosas más pesadas porque, hay exámenes. Aquí te cuento cómo le hago yo para
que estas épocas de la escuela no se me hagan tan duras.
1.
Lo primerísimo que te voy a recomendar es que tengas bien organizado tu tiempo, porque necesitas planear tu horario de estudio. Créeme,
muchas veces creemos que es algo tonto el llevar con nosotros una agenda, o
creemos también que eso es de épocas antiguas. Sean cuales sean las razones por
las que no quieres tener una agenda, necesito que te deshagas de esa mentalidad.
Yo te doy mi palabra, que el día que sepas organizar tu tiempo, ese día, las
personas en tu entorno te tendrán envidia de la buena, y hasta de la mala (pero
esas personas serán 1 en 10), ¿y sabes por qué serán esos celos y envidias?:
porque vives sin estrés, y tendrás más éxito (garantizado). Pero, ya no le
pienses más. Es más: te reto a que intentes lo de la agenda, y si no te da
resultado, no vuelvas a entrar a este blog. (así de segura estoy). Aquí te dejo
el artículo para que aprendas a organizar tu tiempo por medio de una agenda.
Nota: Yo te recomiendo que apartes una hora diaria como mínimo,
para poder dedicarle al repaso de las clases que tuviste en todo el día, o a
las que se te dificulten más.
2.
Este consejo es difícil para la mayoría de los estudiantes, pero
por más aburrida que sea la clase, o por más mal que tu maestro pueda caerte,
es de vital importancia que le pongas atención, y que tomes apuntes (redactados
con tus propias palabras) acerca de todo lo que este hable en clase. Para motivarte,
recuerda para qué estás estudiando. En tu caso puede ser para callarle el hocico
(así como suena) al maestro que te cae gordo, y demostrarle que tú eres capaz
de lograr lo que tú quieras, y que él no te impide nada, o para mejorar tu
promedio de calificaciones, para que te entreguen tu certificado, para tener un
buen lugar en la universidad y en el trabajo, el que tú quieras…. Y esos
apuntes que tomaste, dedícalos a estudiarlos en tu sesión diaria.
2.1.
A lo mejor a ti te funciona mejor hacer mapas conceptuales,
diagramas, los ya mencionados resúmenes o apuntes, cuadros comparativos o los
cuadros sinópticos, o a lo mejor eres más auditivo, y necesites gravar tus
clases. (ten cuidado con este último método, porque el maestro o la institución
lo pueden tener prohibido). Habla con él en caso de ser así, o ingéniatelas
para gravar sin que este se dé cuenta, solo acepta las consecuencias en caso de
que tu plan falle.
3.
Estudia primero las materias que más se te compliquen, debido a que
al principio tendrás más energía, y no se te hará tan complicado, que cuando lo
dejas para el final.
4.
En tu sesión, lee tus apuntes, una, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, las
veces que sean necesarias para que puedas entenderlos, y después haz un resumen
de lo que entendiste acerca de lo que leíste.
5.
Cuando te sientas cansado, (por más mínimo que sea este síntoma de
agotamiento) descansa, y cuando te sientas con más energía, vuelves a retomar
el estudio.
6.
Cuando termines de estudiar todas tus asignaturas, date una muy
conocida y merecida recompensa. Puede ser comer tu postre favorito, ver una
película, salir o hablar con tus amigos, ver tus videos favoritos en internet,
en pocas palabras, haz lo que te plazca que el tiempo libre ya es tuyo, y,
mucha suerte con tus exámenes.
7.
Consejo extra: no dejes todo para el final. Sigue estos pasos al
pie de la letra, y obtendrás buenísimos resultados a partir de: Ya.
Cualquier duda o aclaración házmela saber en los comentarios. Cuéntame
¿qué resultado te dieron estos consejos. ¿vas a dejar de leer el blog?. Espero tu
comentario, y, hasta la próxima.
Astrid Ortiz.
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